El cáncer no es para nada algo cercano a una habilidad, pero el modo en cómo se batalla sí representa una fuerza especial. Sobre todo si quienes se encuentran en medio de esa lucha son niños.
Sin embargo, no a todos se les hace igual de fácil desarrollar las defensas necesarias para conseguir salir airosos, y aunque el tratamiento sea potente, muchos no consiguen llegar al final de la misión, lo cuál es lógico de entender tratándose de pequeños que aún no cuentan con las mismas fuerza o defensas que un adulto.
Es así que, bajo esta premisa, un hospital brasileño ha convertido en superhéroes de verdad a los niños de sus instalaciones que sufren del temible mal y, a través de una iniciativa llamada "Superfórmula", el área de oncología infantil ha transformado los fríos envases del químico en varias "fuentes de poder" cubiertas con los símbolos más representativos de La Liga de la Justicia de DC Comics, convirtiendo estas tediosas labores en historias contadas por dibujantes en las que superhéroes como Batman, Superman o La Mujer Maravilla inician sus propias sesiones de quimio para recargar sus poderes y vencer una vez más al mal.
La idea ya ha logrado que varios niños se sientan en mayor confianza y capacidad de vencer al cáncer, consiguiendo resultados favorables en su desarrollo. Personalmente, creo que en general todos tenemos más poder en nuestras manos del que podemos imaginar, y podemos hacer de él cosas realmente grandes.
El punto está en saber dirigir ese poder hacia algo beneficioso, aunque quizás para ello necesitemos un poco de ayuda extra como en este caso. Porque al parecer, nunca es tan lejano llegar a ser un superhéroe.